Architecture has played a role in the public representation of EU institutions. By looking at the history of EU Council family pictures - portraits taken in every summit with all the heads of state, this text traces the architectural evolution in parallel to the power narratives of the European project. The displacement from palaces and national monuments to multimedia broadcasting sets goes hand in hand with the growth and transformation of the EU from a community of countries to the largest supranational union in the world.
De Jardines y Baños Romanos
Texto.
En La Línea Sin Fin, num. 4, 2014, pag. 4-13.
Impreso.
Este texto repasa el boom de la discoteca como tipología arquitectónica en Barcelona. Transitando desde las discotecas para niños, con sesiones matinales, a las discotecas punk, donde se arrojaban animales muertos, se descubren los espacios que albergaron las expresiones públicas de tranformación social durante los años de la transición política y la eclosión del diseño barcelonés después.
Comfort Dissidence.
Texto, 2020.
Publicado como una pieza para la exposición Comfort, comisariada por Omar Sosa en la galeria Friedman Benda, Nueva York.
Impreso.
La difusión e implementación de comfort espacial alrededor del mundo, actuando desde la escala territorial a la molecular, ha sido una constante desde la segunda guerra munidal. Miedo -a un ataque nuclear o a un verano demasiado cálido - ha impulsado un mundo de interiores acondicionados donde la activación corporal se reduce al mínimo. La arquitectura ha adoptado estándares internacionales con el objetivo de optimizar la actividad humana. Sin embargo, ya fuimos avisados hace tiempo: debemos ser liberados de la cultura material del comfort o hay el riesgo de acabar viviendo en un 'barbarismo mecanizado'. Frente a las prescripciones políticas y sociales del comfort: disidencias del comfort.
Comfort Dissidence.
Text, 2020.
Published as a piece for the exhibition Comfort, curated by Omar Sosa in Friedman Benda Gallery, New York.
Printed.
The spread and implementation of spatial comfort around the world, working from the territorial scale to the molecular, has been a constant since the WWII. Fear - of a nuclear attack or of a too warm summer - fostered a world of conditioned interiors where bodily activation is reduced to the minimum. Architecture adopted international standards with the objective to optimize human activity. Yet we were long ago warned: we need to be liberated from the material culture of comfort or we risk living in 'mechanized barbarism'. In front of the social and political prescriptions of comfort: comfort dissidence.
